viernes, 30 de diciembre de 2016

Reflexionando sobre la educación

Hacía tiempo que no escribía en el blog, y menos a modo de reflexión.

Durante estos años he seguido formándome, considero que es fundamental seguir aprendiendo, seguir investigando, en definitiva, seguir ilusionándote con la educación.

Hace ya tiempo que pensé que la educación debía cambiar, había algo en las aulas que no me cuadraba, todos los niños sentados, escuchando, a veces aburridos, con la obligación de terminar esas fichas en las que no había que salirse al colorear... cuando yo fuera maestra las cosas cambiarían.


Empecé el blog antes de ejercer como maestra, busqué y busqué... resulta que alguien había hablado de la Inteligencia Emocional (Goleman), claro... los niños tienen emociones, deben conocerlas y expresarlas; de la Creatividad (Ken Robinson), claro... los niños deben ser creativos, imaginar, ilusionarse, experimentar, crear... cuánta razón; pero después descubrí las Inteligencias Múltiples (Howard Gardner), esto si que era novedoso, ocho inteligencias, cada persona contiene estas ocho inteligencias pero puede destacar más en una que en otras... por qué siempre el listo era el que sacaba más nota en lengua, si a lo mejor después ni si quiera sabía dibujar o imaginar.... ahora empezaba todo a cobrar sentido, cada uno es diferente, con su personalidad, sus habilidades, su inteligencia.... pero lo mejor de todo es que se puede partir de su inteligencia más fuerte para favorecer su inteligencia más débil.

Estas serían mis bases... pero no las veía en la práctica.

Tendría que haber algo más, una "alternativa" a la educación tradicional, entonces por casualidad en internet encontré el Colegio Andolina (Gijón), un colegio sin aulas, distribuido por espacios, donde los niños podían elegir qué hacer y en qué momento. Acudí a las jornadas del colegio Andolina (me caía a unos kilómetros de casa pero seguramente merecía la pena, además cualquier excusa es buena para viajar a Asturias), allí descubrí que otra manera de educación era posible, y lo mejor de todo, que se estaba haciendo en más sitios.


Busqué información, colegios y centros alternativos, envié cientos de currículums, mi carta de presentación se regía pos la ilusión y las ganas de cambio, pero sólo contaba con mi "autoformación". Mientras tanto seguía con mis oposiciones, hasta que un día sonó el teléfono, por fin, después de tantos años de espera y dedicación había llegado el momento de "ser maestra", tuve la suerte de poder estar un curso completo en un colegio público, en el aula de 3 años, aunque era un colegio con una metodología tradicional, me tomé la libertad de implantar ciertas ideas, siempre siguiendo el currículo de infantil para alcanzar los objetivos, todas las actividades que planteaba eran lúdicas, a través del juego, el movimiento, la imaginación, los sentidos,  y el respeto entre compañeros. Aprendieron las letras, los colores, canciones, rimas, hasta identificaban sus emociones gracias a nuestro amigo, el monstruo de colores (Anna Llenas) creo que esos niños y niñas aprendieron una serie de valores, y desarrollaron una serie de habilidades que después descubrí que les vendrían muy bien.

Mientras ejercía felizmente mi labor de maestra vi por casualidad en facebook un curso, el título me lo decía todo "Experto/a Profesional en Pedagogía Activa y Vivencial" además me caía a una hora de casa, esos fines de semana merecieron la pena. Creía que después del curso dejaría la escuela pública y me iría a una de esas escuelitas, pero me equivoqué, del curso saqué la idea y las fuerzas para seguir adelante, conseguir mi plaza en la escuela publica y comenzar a aportar mi granito de arena para trasnformar la educación. La idea es conocer todas las metodologías y elegir aquello que más te guste y que más útil sea de cada una de ellas, adaptándola a tus alumnos y circunstancias.
Importante: "tu libetad termina donde empieza la libertad del otro", aunque parezca mentira lo más importante para la libertad son establecer unos buenos límites.

Todo aquello estaba muy bien, el niño debía moverse, descubrir, elegir, experimentar, sentir... pero parecía un poco idílico.

Ahora estoy realizando un máster de neuropsicología y educación ¿cuál es mi sorpresa? que todo lo que pensaba, a cerca de la educación más alternativa tiene su base científica. Sí, la tiene.

Algo muy sencillo y que resume gran parte de lo que estoy aprendiendo:
El niño debe gatear, el gateo es un  movimiento contralateral (pierna derecha-brazo izquierdo, pierna izquierda-brazo derecho) que favorece la estimulación del cuerpo calloso, encargado de establecer la conexión entre los dos hemisferios cerebrales.

Es decir, el niño debe moverse, reptar, gatear, saltar, bailar, correr, andar, cantar, jugar con plastilina (que por cierto también es buenísma para el desarrollo cerebral)... no puede estar todo el día sentado en una silla, tiene que desarrollar su creatividad, experimentar, no pueden colorear siempre la misma ficha del mismo color y sin salirse, primero debe controlar su cuerpo, debe experimentar con los colores, con los materiales, debe ser niño, seguir con su curiosidad. 

Los maestros debemos guiar el aprendizaje, siempre teniendo en cuenta las necesidades de los niños.

1 comentario:

  1. Muy bonita pagina, gacias por la informacion, les recomiendo el siguiente blog de dibujos

    www.coloreatudibujo.blogspot.com

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