Ser Maestra

Desde que terminaron las clases tengo en mente esta entrada, quiero decir tantas cosas y enfocarla de tantas maneras...

Me gustaría hacer una reflexión sobre nuestra profesión, qué significa, al menos para mí, ser maestra.

Este curso ha significado mucho para mí, pues ha sido el primer año que he tenido la suerte de trabajar desde el primer día de curso hasta el último día con el mismo grupo de alumnos, con mis pequeñines, esos que entraron con dos y tres añitos, algunos llorando, otro asustados, otros con ganas... y que han ido aprendiendo cada día a compartir con sus compañeros, a seguir las rutinas, a ayudarse entre ellos, a ir corriendo a ver quién estaba llorando y porqué para ver como podían solucionarlo... a convivir y disfrutar del cariño y compañía de sus compañeros y su maestra.

Parece que la recompensa final, después de tantos años intentando encontrar un hueco en la educación, es el día que comienzas a trabajar en lo que te gusta, pero cuando empiezas tu trabajo de vocación, te das cuenta que eso es sólo el principio, que la recompensa es el día a día con tus alumnos, sus sonrisas, sus besos, sus abrazos, sus esfuerzos y sus logros.

Haciendo balance de todo esto te das cuenta de que todo tu esfuerzo a merecido la pena.

Más tarde llega el momento de la despedida, momento en el que sin querer piensas y te entristece, pero es mejor pensar en todo lo que hemos vivido y tenerlo siempre como un bonito recuerdo. 

El día que te despides de las familias de los niños (mamás, papás, abuelos, abuelas, tíos, tías...) también es un momento importante, sobre todo cuando ves que ellos también han vivido todo este proceso desde sus casas. Cuando te agradecen tu labor, esa que realizas con el corazón, sabes que realmente has desempeñado tu trabajo de maestra tal y como pensaste que lo harías aquel día que dijiste "mamá, de mayor quiero ser maestra".

Siempre os llevaré en mi corazón, pero también en mi nuevo babi :)

Muchas gracias familias, compañeros y pequeñines, ha sido un curso maravilloso. Ojalá volvamos a cruzar nuestros caminos algún día.