Cuenta la leyenda que existen unas palabras mágicas que hacen a las personas más agradables y felices, estas palabras son bonitas y cuando se pronuncian se puede respirar la magia que hay en ellas, pruébalas, verás como funcionan...
Desde peques hay que enseñar a nuestros niños y niñas a utilizar palabras como "buenos días", "gracias", "de nada", "por favor"...
A menudo les explico la importancia de estas palabras con ejemplos que se pueden dar en clase:
- Imaginamos que delante de mi está un compi y no puedo ver bien los dibujitos de la pizarra digital, si le doy un empujón para que se quite se enfada conmigo (normal, no sabe por qué de repente le he empujado).
- Si en vez de empujarle le digo, "¿te echas un poquito para el lado, por favor?, que no puedo ver"... el compi se echa para el lado y nadie se ha enfadado, todos tan felices.
Cuando me piden que les ayude a abrir la merienda siempre les recuerdo que deben decir la palabra mágica "por favor" sino, no puedo abrir las galletas o lo que tenga que hacer para ayudarles, entran en el juego y al final poco a poco van usando estas bonitas palabras, de hecho, se las recuerdan unos a otros si se les olvida.
Por otra parte, es importante "predicar con el ejemplo" intento usar siempre que puedo estas palabras, "por favor Fulanito, me pasas el lápiz que está a tu lado, ¡gracias!"
"El principio de la educación es predicar con el ejemplo" (Turgot)
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