Hace días me está rondando por la cabeza esta pregunta... ¿En serio nada más entrar en el cole con 3 añitos (algunos con 2 y algo) tienen que colorear sin salirse? Y hoy por fin he encontrado un símil que me ha hecho reafirmar mi respuesta. Desde mi punto de vista NO.
Nada más llegar al cole, de repente le plantamos al niño/a una ficha, un círculo que tiene que colorear de color rojo, porque si es de otro color está mal, y si se sale también esta mal. He llegado a ver niños que están verdaderamente preocupados porque se salieron un poco de esa línea infranqueable.
¿Realmente que conseguimos con eso?
- Que el niño sepa cual es el color rojo (que previamente hemos seleccionado por comodidad y es el único color que aparece en la bandeja de colores) y que su dibujo sea perfecto... SIEMPRE con el color que dice el adulto, SIEMPRE sin salirse, SIEMPRE terminado.
- O conseguimos que el niño coja el único color que hay en la caja (el rojo) o el que tienen todos (el rojo), que coloree ese círculo aburrido, que si se sale se sienta mal, porque lo ha hecho mal, y que finalmente acabe aburriéndose de tanto colorear... fuera motivación, fuera imaginación. Porque yo reconozco que colorear algo que no te apetece es aburridísimo. A mi me encanta dibujar,y colorear mis propios dibujos, a mi manera, pero no colorear dibujos que no tienen ningún sentido para mí.
Pero ¿y si en vez de esta pauta tan marcada el niño simplemente encuentra un folio en blanco y un montón de colores (incluido el negro, que es un color como otro cualquiera)?
- Realmente el niño empezará a realizar trazos libremente, sabiendo hasta dónde puede llegar sin salirse (pero de la hoja), sabiendo qué puede llegar a hacer con su mano y una cera, descubrirá los diferentes colores, dibujará a su manera lo que se le pase por la cabeza, desarrollará su imaginación, y aunque parezca que no, acabará adquiriendo una buena coordinación viso-manual. Para luego poder colorear ya cualquier dibujo que le motive, sin salirse.
Una vez adquiera el control del trazo, ya podrá colorear dibujos, pero aquellos que le llame la atención, y de los colores que le apetezca. Ahí es cuando él mismo querrá colorear su dibujo sin salirse, pero porque le gusta y quiere quedarlo bonito.
Y el símil es el siguiente...
Un niño que está empezando a andar, va poco a poco manteniendo el equilibrio, hasta que casi corre y finalmente acaba frenando poco a poco. ¿Cuánto espacio necesita para hacer este recorrido? Si le ponemos un límite a mitad de camino cuando justo está empezando a mantener el equilibrio ¿aprenderá a andar? ¿sería adecuado?
Pues creo que el dibujo es igual, si nada más empezar a dibujar ya estamos limitando al niño, no será capaz ni de saber lo que puede llegar a hacer, ni de estimular su imaginación, ni de DISFRUTAR.
Una muy buena reflexión. :) Sigo diciendo que falta mucho sentido común en educación infantil. Un saludo.
ResponderEliminarSí, a veces se hacen cosas sin sentido que en vez de ayudar al desarrollo de los niños les pone más limitaciones. Pero ya se está produciendo el cambio, cada vez somos más los educadores que nos estamos dando cuenta ;)
ResponderEliminarSi señor. Comparto opinión con Isabel. Me ha gustado mucho tu blog, tienes muchos contenidos que nos pueden ser útiles. ¡Genial!
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