Cada vez me gusta menos que salgan todos con la misma manualidad, misma forma, mismos colores... creo que deben desarrollar su imaginación, y para ello hay que dar ciertas guías pero no mostrar el resultado al que deben llegar.
Primero les dije que necesitábamos canutillos de los rollos de papel higiénico, estuvieron trayéndolos de casa durante unos días (reutilizamos, al igual que los envases de plástico para la pintura, que son de una ensalda) y durante una semana estuvimos pintando los cartones del rollo de papel con pintura de dedo.
Tardamos una semana porque lo fueron haciendo por grupitos, mientras los demás compañeros jugaban en los rincones, yo los iba llamando, así la actividad es más relajada.
Ayer, día de Halloween, cogimos nuestros cartoncitos pintados y los convertimos en murciélagos y monstruitos. Les di rotuladores gruesos, cartulina para las alas, diferentes tipos de papel, pegatinas y ojitos móviles (lo único que les tuve que pegar yo). Cada uno podía elegir cuántos ojos pegar a su monstruo y de qué tamaño.
Y para que podáis observar los resultados, todos diferentes, aquí os dejo algunas fotos. Hasta hay algunos que ni siquiera tienen alas y uno de ellos es una bruja (imaginación al poder):
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